Recientemente se ha celebrado una sesión constitutiva en las Cortes del reino. Una sesión bastante diferente a las otras celebradas en la historia reciente del panorama político español.

En ella había 2 mayorías. La primera, una derecha y extrema derecha aparentemente unidas y fortalecidas en número de diputados respecto a los pasados comicios pero sin apoyos suficientes para disponer de la mayoría absoluta.

La segunda mayoría, aparentemente desunida, cuenta con una izquierda con más apoyos pero sin mayoría absoluta por falta de escasos parlamentarios.

Entre estos 2 bandos tenemos a un partido político que, con sus 7 representantes en el congreso tienen la llave de la gobernabilidad en su bolsillo. Ese partido es Junts per Catalunya.

Un partido criticado por todo el arco constitucional, des de la extrema izquierda de Yolanda Díaz hasta la extrema derecha de Santiago Abascal.

Yo mismo tuve que aguantar en una tertulia televisiva que mis oponentes, simpatizantes/militantes de Podemos, me tachasen a mi y a la formación que milito de xenófobos y ultras.

El caso es que ahora para la gente de Sumar ya no tenemos cuernos ni cola y tampoco escupimos fuego. De repente somos unos aliados necesarios para su España plurinacional  deslegitimada sistemáticamente por sus compañeros del PSOE durante el mandato anterior.

Espero y deseo que mis compañer@s de Junts per Catalunya en el Congreso hagan valer la fuerza que casi 400 mil catalanes y catalanas les han dado a través de las urnas. Una fuerza que se debe traducir en el avance de la autodeterminación de Catalunya así cómo ir gestionando el presente para tener un futuro con garantías el día que seamos un estado.

Aunque le duela a media España Junts es más decisivo que nunca. Pedro, sit and talk.