Miembro de AEUS USAL, en Salamanca

El día 5 de diciembre del 2023, a las 13.00 horas en frente del Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca, la Asociación de Estudiantes Independientes de la Universidad de Salamanca (AEUS) realizaron un manifiesto por unas conexiones de transporte dignas de la siguiente manera:

Estimadas autoridades, miembros de la comunidad universitaria, estudiantes y sociedad salmantina a los que agradezco vuestra presencia.

Alguien tiene que levantarse cuando otros están sentados. Alguien tiene que hablar cuando otros están callados.

Hoy conmemorados 1361 días desde que se nos arrebató la cuarta frecuencia del tren Alvia a Madrid. Estoy seguro de que, para todos los aquí presentes, esta realidad no es pasajera ni mucho menos desapercibida, pero para aquellos ausentes, la cuestión persiste: ¿Realmente les concierne? La respuesta a esta interrogante, tan nítida, y tan clara como el aire fresco que nos rodea en esta fría mañana de diciembre, se materializa en nuestra presencia aquí, en este significativo acto.

Nos encontramos ante un desafío que demanda nuestra unidad y determinación, y por ello, los estudiantes no nos resignamos a perder el tren, ni tampoco el autobús; porque sufrimos a diario los despropósitos de las instituciones que de manera deliberada deciden aislarnos del resto de España. Y por eso, los estudiantes y sus representantes nos reunimos hoy, ante esta histórica fachada ocho veces centenaria para decir BASTA, BASTA de desprecios y BASTA de ninguneos.

Nuestra Universidad, emblema académico del noroeste español, acoge anualmente a decenas de miles de estudiantes provenientes de diversos puntos del país, quienes eligen libremente cursar sus estudios en los campus de Salamanca, Ávila, Béjar y Zamora. Su llegada y regreso, tanto en periodos académicos como festivos, ponen de manifiesto las limitaciones en materia de movilidad que nuestras ciudades enfrentan. Es responsabilidad de todos, como comunidad universitaria, no desperdiciar el talento que llega a nuestros campus y evitar traslados innecesarios de expedientes a otras universidades cercanas.

A las escasas frecuencias de nuestros trenes y autobuses, se unen los transportes llenos de viajeros que imposibilitan obtener un billete con la suficiente anterioridad como para no tener que abonar una cantidad excesiva por su precio.

Esta situación innegablemente desalienta a un número considerable de estudiantes de elegir nuestros campus para sus estudios. A pesar de estas dificultades, la comunidad universitaria, con su apuesta decidida, no solo mantiene las cifras de estudiantes, sino que logra incrementarlas.

Así pues, la Universidad, a pesar de hallarse en un contexto demográfico desfavorable, no solo enriquece nuestra comunidad académica, sino que también se erige como un actor clave para el desarrollo económico de la región convirtiéndose en un motor vital para el PIB provincial, demostrando la resiliencia y el impacto positivo que podemos lograr unidos incluso en condiciones adversas.

Sin embargo, para mantener y fortalecer este impacto positivo, es imperativo abordar las deficiencias en las conexiones de transporte. Salamanca, en su destacada y firme posición adquirida como ciudad del español, seguirá atrayendo a cientos de miles de personas cada año que acudirán a nuestra Universidad para certificar y acreditar sus competencias lingüísticas en castellano. Si queremos continuar creciendo como Universidad y ofrecer lo mejor para nuestros estudiantes, estamos obligados a reclamar lo que nos corresponde.

Por tanto, es de justicia exigir a todas las instituciones públicas mejoras en las conexiones y un aumento en las frecuencias de los medios de transporte. La reactivación del corredor de la plata que vertebre el Norte con el Sur del país, el retorno de las frecuencias ferroviarias Alvia que aún nos adeudan, y la mejora de la movilidad con otras provincias de Castilla y León y poblaciones cercanas son demandas imperativas. Merecemos que los estudiantes puedan regresar a sus hogares sin dificultades.

La consecución de estos objetivos no solo contribuirá al bienestar de la comunidad universitaria, sino también al desarrollo de nuestras provincias y su sociedad. Estaremos enfrentando y mitigando los devastadores efectos del reto demográfico. Reivindicar conexiones dignas y adecuadas a las necesidades de nuestra ciudad nos posicionará en la senda de un crecimiento económico a largo plazo, facilitando el asentamiento de empresas, organismos e instituciones en la ciudad que nos acoge. Los estudiantes no queremos marcharnos de nuestra tierra.

Hoy, al ejercer nuestro derecho al paro académico, estamos enviando un mensaje claro: no nos resignaremos a aceptar condiciones injustas. Quizás esta concentración no sea la panacea que, a corto plazo de solución a esta ya histórica reivindicación, pero sin duda alguna deberá ser el punto de partida para construir las bases de una colaboración estrecha entre la comunidad universitaria y la sociedad salmantina con el fin de avanzar unidas en la consecución de unas conexiones de transportes dignas. Debemos abandonar la conciencia de creernos descendientes de nuestro pasado y empezar a ser los padres de nuestro futuro parafraseando a nuestro Rector perpetuo. Allí estaremos los estudiantes y estará la Universidad para devolver a esta tierra todo lo que nos aporta.

Concluyo haciendo referencia a la Universidad como un espacio de diálogo, ideas y debate y motor de cambios sociales. Y por ello, los estudiantes asumimos el inmenso honor y la gran responsabilidad de unir a la comunidad universitaria con la sociedad salmantina, alzando la voz para exigir lo que nos corresponde y que, sin justificación alguna, se nos niega. No aspiramos a ser más que nadie, pero tampoco aceptaremos ser menos. En palabras de Dorado Montero, ilustre Catedrático de esta casa, la injusticia crea injustos, y aquel que no se opone también será responsable. Por todo ello, hoy alzo la voz en nombre de todos los estudiantes y salmantinos para afirmar que Salamanca merece más, y desde la representación estudiantil no descansaremos hasta poner fin a esta situación tan injusta y perjudicial para todos.

Muchas gracias, ¡viva Salamanca y viva la Universidad!

Noticia por redacción de AEUS.